De existir un hombre altruista que pudiera seguir el camino del sol en la línea imaginaria que separa la noche del día, entonces, podríamos decir que ese hombre vive en un permanente amanecer. Este hombre caminaría en una única dirección mirando despertar a cada rincón del planeta, entonces: Para él no existiría el tiempo, por ende palabras como ayer o mañana no tendrían sentido No podría detenerse para no perder su misión. Al andar se daría cuenta que se puede salir de un lugar para volver a llegar a ese mismo lugar una y otra vez, en un mundo redondo y con tendencia cíclica a replicar siempre lo mismo. En ese amanecer constante identificaría esa frescura que renace siempre y a cada momento en algún y todo lugar de este planeta. En resumen, nuestro hombre altruista viviría en un mundo donde solo importa el presente, un mundo que no se puede detener y donde pese a que se puede encontrar siempre lo mismo existe la posibilidad de renacer día a día. Un buen día el hombre altruista si...
"La verdad de la otra persona no está en lo que te revela, sino en lo que no puede revelarte. Por eso, si deseas entenderla no escuches lo que dice, sino lo que calla" G.K.G