nada que te impongan te puede gustar"
Cuando la lluvia cae la ciudad se acelera, la gente apura su andar, y el aroma de la tierra seca que se mezcla con la lluvia aletarga los sentidos, por un instante dejamos de mirar la acera para mirar el cielo, la acera otra vez, y el cielo... buen pretexto para olvidar la indiferencia y junto con las gotas de lluvia descubrir que cuando cerramos los ojos el mundo no deja de existir, llueve sobre la ciudad y el solo hecho de sentirlo ayuda a comprender que para simplemente saber que existimos:
"En la razón de la melancolía de esta tarde
en la que basta con que estés,
En el secreto espacio de las almas,
en cada noche que por la montaña
cae con tanta calma...
¡Basta con que en algún lado estés!"
Ricardo Perotti (Basta con que estés)
byrongio