Ir al contenido principal

DE TODO AQUELLO QUE DEBES SABER


Cuando se marchó, los Hombres Bacos desde sus dominios lo miraron pasar, caminando en completa soledad el Hombre Altruista les hizo de la mano y ellos respondieron el gesto mitad con sonrisa mitad con desconfianza…


Un vuelve pronto y un no te vayas fue la despedida de Hombre Amigo y Mujer Ternura, el Hombre Altruista no respondió nada, no hizo ningún gesto, en ese momento no sintió nada.


Caminó entre sus calles polvorientas, esquivó las fosas recién abiertas para reparar los alcantarillados, se escabulló entre los vendedores de ferias que anunciaban sus productos, pasó frente a la vieja casa sin mirarla siquiera, por un momento quiso sentarse en el parque central y recordar cuando era niño y corría sin razón alguna alrededor de aquel parque una y otra vez… esta vez es distinto... el parque va a ser mucho más grande… y continuó caminando sin mirar a la gente al pasar.

Caminó por una hora, por dos, por tres y todo el sentimiento se le vino de golpe, volteo su mirada pero fue muy tarde, la Ciudad del Valle había quedado muy atrás.


De todo aquello que debo saber, qué es lo que más necesito para continuar mi camino se preguntó el Hombre Altruista… “Estas invitado a vivir pero al final la cuenta siempre la vas a pagar tú” se respondió, y continuó caminando mientras deshojaba las primeras flores de la primavera.

byrongio

Comentarios

Entradas populares de este blog

RASGUÑA LAS PIEDRAS

"Detrás de las paredes que ayer se han levantado" "La madurez del hombre consiste en recuperar la seriedad con que jugaba cuando era niño" Friedrich Nietzche (Más allá del bien y del mal) Su nombre a nadie le interesa, ella trabaja cortando cabello y aquella mañana salió a fumarse un cigarrillo frente a su trabajo, desde la terraza del edificio un hombre vestido de amarillo le hizo señas pidiéndole que se haga a un lado, ella fingió no verlo ni escucharlo, indiferencia creo que se llama aquello, se dijo para sí: de seguro está tonteando y poco después aquel hombre yacía junto a ella y el pavimento. Su profesión es ser carabinera, "Por la razón o la fuerza" reza el escudo de su Patria, la mujer no puede darse el lujo de mostrarse débil, peor aún cuando se tiene aquella profesión, pero aquella mañana junto a las lágrimas que brotaban de su alma en la azotea del edificio se preguntaba: "por qué lo hiciste". Los doctores dicen que él era esquizofr

BIOGRAFIA DE HORACIO HIDROVO VELASQUEZ

"Si El Sol, inevitablemente, regresa cada día y si padece la tragedia de ver las mismas cosas, ahora deseamos que alguna vez no encuentre:" Horacio Hidrovo Velásquez, nació en la ciudad de Santa Ana, Provincia de Manabí, el 20 de mayo de 1902 y murió en la ciudad de Portoviejo el 19 de abril de 1962. Su infancia transcurrió en su ciudad natal, para entonces una pequeña comunidad vinculada directamente con la vida agraria, lo que más tarde será un factor influyente en la narrativa del autor, especialmente en su novela Un Hombre y Un Río. Su adolescencia y juventud transcurre entre Santa Ana, Portoviejo y Guayaquil hasta que definitivamente fija su residencia en la capital de la provincia. La permanencia en Guayaquil le permitió alternar con los integrantes del Grupo Guayaquil, siendo testimonio de esta convivencia espiritual, el vaticinio que hiciera José De La Cuadra, cuando expresa: "Yo saludo en Hidrovo un gran poeta que será. Es esta la segunda vez que vaticino algo

EL CRISTO DE LA QUEBRADA

"Abuelo, dónde está Dios Mi abuelo se puso triste y nada me respondió" Lo escuché siendo pequeño, lo volví a escuchar ahora ya grande, a veces mi padre lo recita todavía, buscando su letra no encontré más que recuerdos, así que me limito a transcribir mi recuerdo de aquel poema: - ¡Señor! por tu poder bendito te lo pide esta madre que esta viendo morir a su hijito y pa que le des la vida te ofrezco andar estas tres leguas de rodillas - Ruperto ¡vení! arrodíllate e implórale al Cristo de la quebrada... - ¡Señor! Yo soy un rudo paisano que a fuerza de mirar siempre pabajo no creo en mas poder que el de mis brazos, pero si tú Señor haces el milagro de salvármelo a mi hijo, te ofrezco mi bella majadita de veinte cabras blancas, también tengo mi vaca, también tengo mi mula y para Ti Señor tengo demás mi mano zurda si es que mi pobre fortuna no te es basta. La leyenda dice que el niño sanó... mas la serrana murió después de andar tres leguas de rodillas, por la montaña vagan dispe