"Cuando veo a través del vaso
Veo a través del tiempo
Donde los sentidos se dislocan
Donde los temores se evaporan"
Veo a través del tiempo
Donde los sentidos se dislocan
Donde los temores se evaporan"
Los creadores de “El que se quedó... se quedó” presentamos ante nuestra exigente clientela ("HOY NO FIO MAÑANA SI" o nuestro favorito "EL QUE FIA SALIO A COBRAR LAS DEUDAS"), emmm como decíamos, presentamos nuestra nueva sección de: LEYENDAS, destinada a la recopilación de historias y cuentos que forman parte de nuestras tradiciones y la cultura de nuestros pueblos Latinoamericanos.
Agradecemos de antemano todo tipo de aportes (aceptamos cheques) de leyendas que conozcan de vuestra tierra y vuestra gente.
Dios salve a byrongio¡
Agradecemos de antemano todo tipo de aportes (aceptamos cheques) de leyendas que conozcan de vuestra tierra y vuestra gente.
Dios salve a byrongio¡
Los creadores
LA HISTORIA DE CASPICARA
Los sacerdotes de la Compañía de Jesús no podían creerlo. Manuel Chili, el pequeño niño indígena que se colgaba y correteaba por los andamios y pasadizos de la iglesia mayor de los jesuitas en Quito de pronto se había convertido en un gran artista
Sorprendidos por la habilidad del joven, los jesuitas decidieron tomar a su cargo la educación y darle vivienda, comida y un poco de dinero ya que en ese entonces los artesanos no gozaban del mismo trato que los reconocidos como verdaderos artistas.
Además del apoyo, los padres de La Compañía pulieron las aptitudes de Manuel para que mejorara su técnica en la escultura y la pintura. Así nació el gran Caspicara, uno de los mayores exponentes de la Escuela Quiteña.
Manuel, o Caspicara como empezaba a ser reconocido, trabajaba hasta 12 horas diarias siempre sobre andamios y cerca de bordes peligrosos. Este constante trabajo por lo alto le originó un intenso miedo a las alturas. Cuentan que debido a esta fobia, Caspicara permanecía varias horas en silencio y con los ojos cerrados y esto terminaba por enfurecer al capellán de la iglesia que creía equivocadamente que Manuel dormía en lugar de trabajar.
La fama de artista se extendió por todo el nuevo y viejo mundo. Sus obras comenzaron a valorarse en muchos pesos de oro y sus imágenes de santos, cristos y vírgenes decoraban iglesias de todo nuestro país y también de Colombia, Perú, Venezuela y España. Es tanta la belleza de las obras de Caspicara que no han faltado quienes además les han agregado propiedades milagrosas.
Actualmente es difícil poner un precio a las obras de Manuel Chili ya que, por un lado, superarían los varios millones de dólares, mientras que por otro, son invaluables en tanto que son patrimonio cultural del Ecuador.
Como sucede con muchos artistas, Caspicara murió en la miseria más triste, abandonado en la soledad de un hospicio y despreciado por sus contemporáneos.
Fuente:
http://www.quito.com.ec/
Sorprendidos por la habilidad del joven, los jesuitas decidieron tomar a su cargo la educación y darle vivienda, comida y un poco de dinero ya que en ese entonces los artesanos no gozaban del mismo trato que los reconocidos como verdaderos artistas.
Además del apoyo, los padres de La Compañía pulieron las aptitudes de Manuel para que mejorara su técnica en la escultura y la pintura. Así nació el gran Caspicara, uno de los mayores exponentes de la Escuela Quiteña.
Manuel, o Caspicara como empezaba a ser reconocido, trabajaba hasta 12 horas diarias siempre sobre andamios y cerca de bordes peligrosos. Este constante trabajo por lo alto le originó un intenso miedo a las alturas. Cuentan que debido a esta fobia, Caspicara permanecía varias horas en silencio y con los ojos cerrados y esto terminaba por enfurecer al capellán de la iglesia que creía equivocadamente que Manuel dormía en lugar de trabajar.
La fama de artista se extendió por todo el nuevo y viejo mundo. Sus obras comenzaron a valorarse en muchos pesos de oro y sus imágenes de santos, cristos y vírgenes decoraban iglesias de todo nuestro país y también de Colombia, Perú, Venezuela y España. Es tanta la belleza de las obras de Caspicara que no han faltado quienes además les han agregado propiedades milagrosas.
Actualmente es difícil poner un precio a las obras de Manuel Chili ya que, por un lado, superarían los varios millones de dólares, mientras que por otro, son invaluables en tanto que son patrimonio cultural del Ecuador.
Como sucede con muchos artistas, Caspicara murió en la miseria más triste, abandonado en la soledad de un hospicio y despreciado por sus contemporáneos.
Fuente:
http://www.quito.com.ec/
"No dejes que...
Nos coma el diablo amor"
Nos coma el diablo amor"
No dejes que (Jaguares)
byrongio
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