
Este post es corto, pero con un mensaje que aún no puedo comprender en su totalidad. Comienza con esta historia.
Un día en el centro de Quito, me encontraba en la sala de emergencia del Centro de Salud # 1. Con algunos compañeros y mi tutor recibíamos pacientes, que ya podrán imaginarse eran, heridos, con dolores, o aquejados de algún malestar que les urgía.
A eso de las diez y media de la mañana, entra a la emergencia una mujer con un bebe de unos 8 meses, en su mano una tomografía axial computarizada (TAC especie de RX para ver tejidos blandos) de la cabecita del bebe, y en la anamnesis nos contaba que al estar caminando en una procesión hacia el Quinche, lugar donde se encuentra la Virgen del Quinche, una piedra cayó de un cerro y golpeó al bebe en la cabecita provocando una fractura leve en el hueso parietal derecho, por esto es que tenia la TAC para verificar si existía daño cerebral, después de revisarlaencontramos que la fractura no tenia mayor gravedad.
Sin embargo como rutina hay que revisar en el examen físico los demás sistemas, y es cuando en un segundo mi tutor al hacer la auscultación de su corazón encontró un soplo cardiaco, nos hizo escuchar a cada uno y fue en ese minuto cuando cambia la historia, mi tutor preocupado hace el pase al hospital de niños “Baca Ortiz” para que le tratara un especialista.
Su fractura pasó a segundo plano y la señora con ojos de incertidumbre pidió el teléfono de mi tutor para cualquier novedad y por suerte aquel tutor que es una persona racional, dio a la señora todos sus teléfonos para ayudarla si es que no querían recibirla en el hospital o para aclarar cualquier pregunta.
Como nos lleva nuestro destino a lugares que ni imaginamos llegar, a veces para bien o a veces como esto que cuento se complica un poco más. Realmente no sé que pasó después, pero en mi interior espero que todo salga bien para aquel bebe.
Un día en el centro de Quito, me encontraba en la sala de emergencia del Centro de Salud # 1. Con algunos compañeros y mi tutor recibíamos pacientes, que ya podrán imaginarse eran, heridos, con dolores, o aquejados de algún malestar que les urgía.
A eso de las diez y media de la mañana, entra a la emergencia una mujer con un bebe de unos 8 meses, en su mano una tomografía axial computarizada (TAC especie de RX para ver tejidos blandos) de la cabecita del bebe, y en la anamnesis nos contaba que al estar caminando en una procesión hacia el Quinche, lugar donde se encuentra la Virgen del Quinche, una piedra cayó de un cerro y golpeó al bebe en la cabecita provocando una fractura leve en el hueso parietal derecho, por esto es que tenia la TAC para verificar si existía daño cerebral, después de revisarlaencontramos que la fractura no tenia mayor gravedad.
Sin embargo como rutina hay que revisar en el examen físico los demás sistemas, y es cuando en un segundo mi tutor al hacer la auscultación de su corazón encontró un soplo cardiaco, nos hizo escuchar a cada uno y fue en ese minuto cuando cambia la historia, mi tutor preocupado hace el pase al hospital de niños “Baca Ortiz” para que le tratara un especialista.
Su fractura pasó a segundo plano y la señora con ojos de incertidumbre pidió el teléfono de mi tutor para cualquier novedad y por suerte aquel tutor que es una persona racional, dio a la señora todos sus teléfonos para ayudarla si es que no querían recibirla en el hospital o para aclarar cualquier pregunta.
Como nos lleva nuestro destino a lugares que ni imaginamos llegar, a veces para bien o a veces como esto que cuento se complica un poco más. Realmente no sé que pasó después, pero en mi interior espero que todo salga bien para aquel bebe.
Comentarios
Publicar un comentario