Siendo la menor de tres hermanos siempre he sido la niña mimada y consentida de todos pero eso solo hasta que unas pequeñas de a poco comenzaron a ocupar mi lugar y por supuesto que al principio bastante molestia sentía ya que por más de que son una hermosura y de quererlas a más no poder sentía que ya mis hermanos no me prestaban la misma atención y que hasta mamá y papá embobados por sus nietas comenzaban a no tener tanto tiempo para mi como para ellas.
El 8 de diciembre de 2001, llegó la primer enana, "María del Valle" es su nombre y es una niña realmente muy dulce, su inteligencia es asombrosa y con tan solo una sonrisa logra hacer con uno lo que quiere.
Al año de ella, un 2 de diciembre nació "Guadalupe" y claro, la tranquilidad ya no fue para nada la misma porque a pesar de ser una niña muy delicada, prolija con sus palabras y también súper dulce, al juntarse con su prima forman una verdadera revolución.
Ambas por ocupaciones de sus padres, desde muy chiquitas, pasan más horas en mi casa que en la de ellas por lo que con el pasar del tiempo logré adaptarme y por supuesto superar los celos tontos, entonces fue ahí cuando en vez de dos niñas en la casa comenzaron a existir tres ya que yo siempre ando acoplada en sus juegos y en cuanta travesura se les ocurra realizar, como disfrazarnos, bailar con la música a todo lo que da durante la siesta, rayar las paredes de la casa, saltar en la cama, romper cuanto adorno se nos cruza por el camino, salir sin avisar que nos vamos las tres y cuando llegamos estan todos de los pelos buscándolas y varias cosas más que si continúo se haría eterno.

En realidad estas dos enanas aparte de ser mis sobrinas, ahijadas y amigas son el sol de mis días, son quienes con su llegada alegran mi alma, las que logran quitar cualquier tristeza con su ternura y cariño y quienes me hacen seguir disfrutando de la niña que llevo dentro y HOY... 4 de octubre de 2006, puedo decir que el corazón se me rebalsa de felicidad y que hacía un buen tiempo que no me sentía tan pero tan contenta, y todo eso debido a que acaba de llegar a este mundo mi tercer sobrino...

... el cuarto hombre al cual amo en esta vida, "Tiago", un enano divino que nos ha traído toda la felicidad del mundo, a quién hemos recibido con la más grande de las alegrías y al cual las "tres niñas" de la familia esperamos ansiosas, no tan solo para quererlo, mimarlo y darle todo nuestro cariño si no también para incluirlo al "club del alboroto" ya que muchos cambios en los juegos no tendrémos que hacer, porque a las luchitas y a la pelota ya sabemos jugar.
"Un niño es un regalo del cielo por lo que no puedo más que estar
agradecida a Dios por haber puesto a estos tres angelitos
en mi vida, realmente cada uno de ellos
es una bendición para mi".
agradecida a Dios por haber puesto a estos tres angelitos
en mi vida, realmente cada uno de ellos
es una bendición para mi".