EL QUE SE QUEDÓ... SE QUEDÓ

Hay quienes salen a recorrer el mundo para encontrarse y a veces se encuentran. hay quienes ya van dando mas de 80 veces la vuelta al mundo y continúan perdidos en esta vida. Pero, hay también los que van a comprar pan a la tienda de la esquina y son conscientes que cada persona que se cruza, cada pequeño detalle de esos metros cuadrados que los rodean son un conjunto de perfectos milagros que existen por el único motivo que estamos presentes en este mundo...  De esta manera entonces lo que importa no es solo pasar por el mundo sino que el mismo mundo pase por nosotros viviendolo

Nuestra capacidad para expresarnos es apenas comparable con nuestra necesidad de hacerlo, gota a gota nuestra humanidad ha arrasado con cada una de la barreras que nosotros mismos  hemos impuesto a los pensamientos, las ideas y a nuestro derecho de expresión. Hemos sido testigos de los nacimientos de redes sociales como Facebook y Twitter e incluso no ha faltado quienes han llorado su derecho a expresarse libremente por estos medios olvidando de la importante primicia que un auto NO será nunca el camino... Por ahora mi preocupación ya no es mi derecho a expresarme, es más bien esa incertidumbre que crece cada día ante la duda de "qué es lo que quiero expresar..." Tengo tanto por decir que me faltan significados en el diccionario Byron Ronquillo Narváez

De manera consciente no he hecho ni un solo cabello de mi cabeza, ninguna función de mi cuerpo me consulta para continuar con su labor, del diseño de mi mente y de mi ser ni me he enterado y pesé a mi dedicación de cada día sé que jamás diseñaré algo tan perfecto como lo son la vida y el funcionamiento de una hormiga o una rana por ejemplo.  Nada de lo que hoy digo "es mio" en verdad me pertenece  y todas mis interrogantes de ahora han sido las mismas interrogantes de los que estuvieron antes. Cada día es un perfecto milagro que celebro con todas mis virtudes y defectos, quizás, aveces mas con lo ultimo que con lo primero y no hay día que no agradezca al Señor por darle motor, energía y camino a esa inmensurable curiosidad que me acompaña desde hace ya 33 años.